miércoles, 30 de julio de 2008

Panamá América - 30/07/2008

Apertura de Darién
REDACCION
PA-DIGITAL
El presidente colombiano Alvaro Uribe goza de los mayores niveles de respaldo que se recuerde. Una publicación española se atrevió a llamarle "Uribe I, El Grande", a raíz de la liberación de Ingrid Betancourt y los demás rehenes de las FARC. Es un hombre enérgico y tenaz que tras el ejercicio de dos mandatos consecutivos, ha diseñado y dado continuidad a una estrategia económica, social y política que ha rendido jugosos dividendos a su país.

Entre sus prioridades se destacan dos. Una es si opta o no por un tercer mandato, forzando alguna fórmula que lo permita; y la otra es la continuación de la carretera Panamericana hacia Darién. Hace pocas semanas, uno de sus ministros anunció que para el 2010 la vía estaría concluida justo hasta el límite con Panamá y que, si nuestro país lo consintiera, sus máquinas podrían continuar del lado nuestro. No es la primera vez. El presidente Uribe ha reunido un equipo de expertos y lobistas que vienen trabajando en ello. Estados Unidos, por ejemplo, ya no se opone. Nos estamos quedado solos repitiendo los viejos argumentos de la aftosa, mientras Colombia muestra un sinfín de certificaciones de que no padece de ese mal en décadas.

Uribe tiene ecologistas, diplomáticos, internacionalistas, ingenieros, economistas, sociólogos e historiadores, trabajando día y noche en eso. Ha sumado a su sector empresarial, con el encargo de hacer lo propio con sus colegas en nuestro país. Igual se ha acercado a los medios y está propiciando debates. No teme a la confrontación de argumentos y está convencido que abrir el Tapón del Darién conviene a ambos países. ¿Estamos listos para una discusión desapasionada? Si no, es mejor prepararnos, antes que un día cualquiera nos despierte una ofensiva diplomática continental que no podremos neutralizar con pura porfía.