lunes, 23 de julio de 2007

Panamá América - 23/07/2007

Carretera Yaviza-Medelln
Analicemos con cabeza fría lo que representa esta carretera para Panamá
Miguel Eduardo Magallón*
Para Panam América
EL GOBIERNO colombiano ha empezado una ofensiva diplomática, suave; pero constante, con el propósito de que el Gobierno de Panamá acceda a abrir el Tapón del Darién, y que de una vez por todas se una la América por medio de la carretera Interamericana.

Reiteradamente, el Gobierno de Martín Torrijos ha dicho que la carretera va a llegar sólo hasta Yaviza, y que cualquier otro proyecto está solo en la mente de los políticos colombianos. Pero, en realidad, nadie ha hecho un análisis concienzudo de lo que representa construir los ciento y tantos de kilómetros de carretera que faltarían para unir a Yaviza con Medellín. Me quedé sumamente impactado cuando vi el reportaje de Telemetro donde nos explicaban hasta dónde llegaba la carretera desde el lado colombiano, y de allí a Yaviza sólo faltarían 135 kms de construcción de carretera para unirnos.

Los colombianos, inclusive, ya habrían trazado una ruta para que la carretera fuera un hecho, incluso, aduciendo que la misma podría costar unos $210 millones, de los cuales una agencia internacional pondría un tercio y el resto se dividiría en partes iguales entre Panamá y Colombia. Pero ahora, tomemos pausa, y analicemos con cabeza fría lo que representa esta carretera para Panamá.

Turismo: El solo hecho de poder conectarnos a través de una carretera con Colombia nos pondría a 8 horas de Medellín a la ciudad de Panamá (sin contar con la parada en migración y aduanas de la frontera). Esto nos abre la posibilidad a poder ser visitados por los turistas de un país de 35 millones de habitantes, y que también otros de Suramérica tengan acceso terrestre a nuestro país. Imagínense un paseo desde Argentina a México por vía terrestre. O que usted pueda ir a Brasil por vía terrestre. ¿Exótico, no? Panamá sigue siendo un país vanguardista en nuestra América, y seguramente el turismo de compras, por parte de colombianos, se incrementaría en nuestro país.

Comercio: Poder mandar mercancías a través de la frontera crea un nuevo frente, que sólo tenemos con Costa Rica, y que en el caso de Colombia, hemos podido explotar mucho mejor, especialmente en Zona Libre. Obviamente, esto requerirá que el problema con la DIAN se aclare, y no suframos más vejámenes por parte de estas autoridades y que el flujo de mercancías se reanude. Pero inclusive, para el DIAN, esta carretera representaría una bendición, ya que, en teoría, pudieran controlar mejor el ingreso de las importaciones desde Panamá.

Seguridad: Probablemente este es el tema más álgido para nuestro país. Pero aquí vale la pena analizar lo que sucede actualmente. Los colombianos entran a Panamá sin ningún problema, por vía aérea, sin visa, y se pueden radicar aquí legal o ilegalmente. También pueden entrar todo tipo de ciudadanos colombianos, sin distingo de ninguna clase. Y así como han entrado gente muy buena, han entrado gente indeseable. Vale la pena decir que esto ha sucedido de todos los países, lo que pasa es que la migración colombiana se ha notado más por el número que representa. Pero por esto no podemos cerrar nuestras fronteras a nuestros hermanos, ya que los que cumplen la ley, son muchísimos más que los que la infringen. El presidente Uribe ha mejorado grandemente la situación de Colombia, acabando con la guerrilla y los paramilitares y poniendo mano dura a los narcos, y la migración de sus ciudadanos ya no es imperativa para que ellos vivan una vida digna. Esto representa buenas noticias para Panamá.

Ecología: Es evidente que un desarrollo de esta magnitud traerá afectaciones a la ecología del lugar, y sin ser un experto, estoy seguro que todo esto se puede mitigar. Y es que ahora, con una carretera, abierta, difícilmente se pondrán esconder los depredadores del Tapón del Darién tan fácilmente. Quedará en las autoridades de Panamá que se mantenga protegido el Parque Nacional Darién, así como se protegen los otros parques nacionales.

Desarrollo: Hasta el momento, el Este de Panamá no se ha desarrollado. Darién sigue siendo la cenicienta del país y esto no va a cambiar a menos que haya un desarrollo real de la región. Esta carretera pudiera ser la respuesta a esto.

Migración: Muchas de las condiciones anteriores por las cuales los colombianos emigraban a otros lugares en busca de soluciones han cambiado radicalmente. Y aún cuando el narcotráfico y las guerrillas todavía están por allí, sí se han hecho esfuerzos para erradicarlos y controlarlos. Ya en Panamá tenemos miles de colombianos. Las cifras van desde un muy conservador 100,000 hasta el no menospreciable millón de colombianos. ¿Cuántos más pudieran venir? No sé, pero no por eso debemos cerrar nuestro desarrollo. Si hubiésemos hecho algo similar en la frontera con Costa Rica, cerrándola por todos los problemas que han tenido los países del área y que muy fácilmente se hubiesen podido refugiar en Panamá, no tendríamos el intercambio comercial que existe en Centroamérica.

Panamá y Colombia han tenido muchos lazos que nos unen desde el siglo 18. Es más, yo diría que más unidos estamos a Colombia que a Centroamérica, lo cual es un punto muy particular para esto. Este es un tema de debate, en el cual nos podemos quedar muchos días discutiendo sin una respuesta que nos satisfaga. Sin embargo, somos un país de servicios, enfocado al beneficio del mundo, pero también en nuestro propio beneficio, y estoy seguro que aquí podemos encontrar muchos más puntos de beneficio que de perjuicio.

(*) Consultor de empresas en estrategia y finanzas.